Devocion a los Siete Dolores de Maria
3. Pérdida del Niño Jesús en el Templo
4. Jesús y María Camino del Calvario
5.María al pie de la Santa Cruz
1. Profecía de Simeón
.png)
2.Huida a Egipto
6. Jesús puesto en brazos de María
7. Sepultura de Jesus Soledad de María
¿¿Cuales son los 7 Dolores de Maria?? Reflexion Biblica
Recomendaciones para meditar en los 7 Dolores de María
Al rezar cada Avemaría, es fundamental que, cerrando nuestros ojos y poniéndonos espiritualmente a su lado, tratemos de vivir con nuestro corazón lo que experimentó el corazón maternal de María en cada uno de esos momentos tan intensos y dolorosos de su vida. Es habitual que el arte haya representado visualmente estos siete dolores de la Virgen María, por lo que puede ser de gran ayuda tener en la mano imágenes de los mismos, para que así puedas recordar e imaginar con mayor claridad el profundo dolor que sufrió.
Los Siete Dolores de la Virgen María, en que consiste?
Lo invitamos a meditar en cada Dolor con su correspondiente meditacion. De un click en cada Icono que contiene el Corazón. La Corona Dolorosa o los Siete Dolores consiste en acompañar a la Virgen María en los sufrimientos que experimentó antes, durante y tras la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo, meditando atentamente cada uno de los siete momentos significativos desde la profecía de Simeón en el momento de su presentación en el templo hasta la profunda soledad que sintió la Santísima Virgen tras la sepultura del Señor.
Importancia para la vida cristiana de vivir esta devocion
Esta devoción posee un relevante significado en la vida cristiana. Nos ofrece la posibilidad de reflexionar sobre los sufrimientos de la Santísima Virgen tanto antes, durante como después de la Pasión y Muerte de Jesús, nuestro Salvador. A través de esta reflexión, podemos comprender que el dolor tiene un sentido profundo, ya que ni siquiera la misma Virgen María, quien es considerada la Madre admirable por su relación con las Tres Personas de la Trinidad (Hija de Dios Padre, Madre de Dios Hijo y Esposa de Dios Espíritu Santo) fue librada de este sufrimiento. Si María, quien no tenía culpa alguna, experimentó el dolor y la aflicción, ¿por qué no habríamos de hacerlo nosotros?
